Dos premios nobeles de la paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel y la guatemalteca Rigoberta Menchú cuestionaron la negativa de EEUU al pedido de extradición del ex presidente boliviano Gonazálo Sánchez de Lozada realizado por la justicia del país andino.
El presidente Evo Morales confirmó el viernes que EEUU informó a través de una carta que no extraditarán al ex mandatario para que sea sometido a juicio por su responsabilidad en la represión del 2003. Según Morales, “Con esta decisión, Estados Unidos se convierte en refugio de los delincuentes, el paraíso de la impunidad”.
Al día siguiente, los premios nobeles Esquivel y Menchú se sumaron a las críticas a esta decisión del gobierno norteamericano. Pérez Esquivel considera que "Estados Unidos protege a mucha gente que ha cometido delitos de lesa
humanidad y se maneja más por sus intereses que por un sentido de ética
y responsabilidad con los pueblos".
Gonzálo Sánchez de Lozada nació en Bolivia, pero vivió toda su niñez y su juventud en EEUU. Fue ministro de economía durante la última presidencia de Victor Paz Estenssoro entre 1986 y 1989. Ya en esos años comenzó con la implementación del neoliberalismo, política económica que profundizaría durante sus dos presidencias, entre 1993 y 1997, y entre 2002 y 2003. Su segundo mandato presidencial quedó trunco en octubre de 2003 por una revuelta popular generalizad, furto del repudio a las políticas neoliberales y sus consecuencias desastrozas. Tras su renuncia, huyó a EEUU, donde aún se encuentra.
Antes de dar un paso al costado, intentó frenar la revuelta con la represión a cargo del ejército, con un saldo de 67 muertos y más de 400 heridos. Actualmente, la justicia de su país lo está juzgando por esos hechos, pero EEUU negó su extradición.
No es la primera vez que el país del norte brinda protección a personas buscadas por la justicia latinoamericana. También se puede mencionar, por ejemplo, el caso de Luis Posada Carrilles, terrorista, ex agente de la CIA, que está implicado en un atentado contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación, que, en 1976, causó la muerte de las 73 personas a bordo, y en una ola de atentados en hoteles de La Habana en 1997. Si bien varios documentos desclasificados de la CIA y del FBI lo incriminan, EEUU lo protege y él vive libre en Miami.
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